Cómo el agua mejora la salud del sistema digestivo

Autor: Susan Bowerman, M.S., R.D., C.S.S.D., C.S.O.W.M., F.A.N.D. - Directora Sénior de Educación y Capacitación Mundial sobre Nutrición

Entre las muchas funciones que tiene en el organismo, el agua es fundamental para una digestión saludable y la potencia de principio a fin.

Para mantener un sistema digestivo saludable, debemos ser conscientes de la importancia de consumir probióticos (bacterias "buenas"), así como prebióticos y la fibra adecuada, que ayude a llevar los residuos a través de tu sistema y a mejorar el equilibrio digestivo.

Pero hay algo mucho más simple y fundamental para que tu sistema digestivo funcione correctamente: el agua. El agua está realmente involucrada en cada paso del proceso digestivo, otra razón por la cual mantenerse hidratado es tan importante para su salud.

¿Cómo ayuda el agua a la digestión?

Desde el comienzo mismo del proceso digestivo, el agua es uno de los principales componentes de la saliva, que tiene varias funciones:

 

  • Ayuda a ablandar los alimentos, haciéndolos más fácil de masticar y tragar
  • También es un vehículo para las enzimas que inician la descomposición de las grasas y los carbohidratos mientras mastica


Una vez que la comida llega al estómago, se secreta jugo gástrico. Estos jugos también contienen enzimas, que comienzan a descomponer las proteínas y los carbohidratos de los alimentos que ha consumido en pedazos más pequeños, preparándolos para su viaje al intestino delgado, donde se lleva a cabo la digestión de la mayoría de los alimentos.

También se necesita agua para producir la mucosidad que recubre el estómago y lo protege de los jugos digestivos muy ácidos.

¿Cómo el agua mejora la salud intestinal?

A medida que los alimentos se mueven a través del intestino delgado, el agua facilita muchas actividades digestivas:

  • Las secreciones más acuosas se envían al intestino delgado desde la mucosa intestinal, así como desde el páncreas y el hígado.
  • Las enzimas aceleran los procesos químicos y ayudan a prepararlos para la absorción de los productos finales de la digestión: aminoácidos de las proteínas, ácidos grasos de las grasas y moléculas individuales de azúcar de los carbohidratos.
  • La principal absorción de nutrientes tiene lugar en el intestino delgado, después de lo cual los nutrientes digeridos pasan al medio acuoso de la sangre.



A medida que la digestión continúa en el intestino grueso, el agua también es importante:

  • La fibra soluble que come (de alimentos como avena, frijoles y cebada) se disuelve en agua, lo que les permite expandirse y ganar más masa.
  • La fibra insoluble que come (de alimentos como cereales integrales y la mayoría de las verduras) tiende a retener y absorber agua en lugar de absorberla, lo que mejora la regularidad intestinal.


El intestino delgado también es donde se absorben la mayoría de los minerales que consumes, y el medio acuático facilita allí su absorción.

No hay duda de que un sistema digestivo saludable depende de obtener suficiente fibra (aunque los probióticos también son una buena idea). El ejercicio también es importante, al trabajar sus músculos esqueléticos durante el ejercicio estimulará los músculos lisos de su tracto digestivo, lo que mejora su equilibrio. Pero no olvide lo más simple y básico, asegúrese de proporcionar suficientes líquidos todos los días para que su sistema funcione correctamente.